Hoy se ha presentado en sociedad una nueva plataforma de intercooperación cuyo objetivo es propiciar el incremento del valor de la oferta de la comarca. Se busca un cambio en los patrones de actuación de la economía productiva con la implicación directa de todos los agentes de la cadena: productores, intermediarios, transformadores, consumidores, restaurantes, tiendas y grandes superficies. La etiqueta MARINA CV nace como una marca de calidad para promocionar el sector agrícola y el consumo sostenible. Todo para generar una nueva identidad de referencia para impulsar la oferta global de bienes y servicios y las diferentes ofertas específicas, territoriales, culturales y, en especial, el patrimonio gastronómico.
Esta iniciativa cuenta con el respaldo del IMPIVA, del Parque Natural del Montgó, del CREAMA, del INEM, del SERVEF y de los Ayuntamientos. Un “esfuerzo común para hacer comarca”, como ha dicho el concejal de Dénia Vicente Chelet, y potenciar la agricultura, la transformación de los productos de la tierra y su posterior comercialización. El consorcio comarcal coordinará la participación de las entidades públicas y de las empresas y, además, certificará que los procesos se cumplen tal y como están redactados en el manifiesto que se ha leído hoy en el salón de plenos del Ayuntamiento de Dénia.
La gerente del CREAMA, Lola Orihuel, ha comentado que “se trata de un proyecto que se ha gestado de abajo hacia arriba y eso es garantía de futuro. Se trata de sembrar para recoger”. El representante del IMPIVA, Paco Santonja, ha señalado que la creación de una marca de calidad está ya en marcha en otras zonas como el Clariano, Espadán-Mijares, Les Alcusses, Morvedre y Palancia. En la Marina Alta los esfuerzos se centrarán en los productos hortofrutícolas. También se buscará la corresponsabilidad inteligente del consumidor para implicarlo en la demanda de una oferta de calidad.
Andreu Costa, productor de cítricos ecológicos, ha leído el manifiesto de MARINA CV y dijo que “lo hago porque creo en este proyecto que nos implica a todos. No solo se refiere a la agricultura sino a la idiosincrasia de nuestra comarca”. El siguiente paso será la elaboración de un logotipo y el establecimiento de un manual de aplicaciones y de uso por parte de entidades y empresas. Asimismo, se buscará la participación activa de las empresas agrícolas, comerciales y de servicios, de restauración y de hostelería y de los mercados territoriales. Todo ello sin olvidar la intercooperación entre productores y el cambio de patrones en la gestión de la producción agrícola para que se optimicen los resultados económicos.
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